Las hormonas bioidénticas: un cuento

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Había una vez una Reina llamada Bioidéntica, que gobernaba un reino de mujeres que buscaban desesperadamente la juventud eterna y escapar de las «Tierras del Calor»

La Reina Bioidéntica era conocida por sus poderes mágicos y por ofrecer a sus súbditas la promesa de una piel suave y radiante, cabello brillante una energía interminable y sobre todo, poder escapar de «la maldición» de las horribles olas de calor que aterraban y robaban el sueño de las mujeres.

 

Un día, una joven (ya no tan joven) llamada Alicia (¿Qué significado tiene el nombre Alicia?), que estaba desesperada por combatir los signos del envejecimiento, visitó a la Reina Bioidéntica en busca de ayuda.

La reina le ofreció una «poción mágica» hecha de hormonas «naturales» que fabricaría especialmente para ella y que prometía renovar su juventud y energía.

Alicia, motivada un poco por la moda de estas pociones mágicas y otro poco por el miedo a intentar otras opciones que requerían ir a la consulta del médico del pueblo, se dejó aplicar un «chip mágico» y al principio, se sintió rejuvenecida y llena de energía.

Pero pronto comenzó a experimentar efectos secundarios incomodos y hasta peligrosos, como cambios de humor extremos, aumento de peso, acné, pérdida de cabello y sobre todo algo que la inquietaba sobremanera, una molestia persistente en sus pechos.

Preocupada, Alicia volvió a ver a la Reina Bioidéntica, quien le aseguró que estos efectos secundarios eran temporales y que debería seguir recibiendo la poción para obtener los mejores resultados, y de hecho, le advirtió que debería estar regresando cada ciertos meses para volver a aplicar un «chip» nuevo, con el consiguiente pago de la poción que «solo ella podía venderle».

Sin embargo, con el tiempo, los efectos secundarios empeoraban y Alicia comenzó a experimentar problemas de salud graves, como presión arterial alta y problemas cardíacos.

Alicia empezó a buscar información adicional y fue así como se dio cuenta que la Reina Bioidéntica le había dicho algunas mentiras, algunas verdades a medias y sobre todo, se dio cuenta que la Reina Bioidéntica recibía beneficios económicos cada vez que aplicaba uno de esos «chips mágicos».

Se dio cuenta de que había confiado demasiado en la Reina Bioidéntica y en las «hormonas naturales», y decidió buscar ayuda médica para solucionar sus problemas.

A través de la ayuda de los médicos y de cambios en su estilo de vida, Alicia pudo recuperarse de los efectos secundarios de las hormonas que había recibido, pues se dio cuenta que además de las hormonas bioidénticas prometidas, en el chip o pellet que le habían puesto, le habían administrado otras hormonas a dosis mucho mayores que las que su cuerpo necesitaba.

Aprendió que, aunque puede ser tentador buscar una solución rápida y fácil para combatir el envejecimiento, es importante ser cauteloso con cualquier tratamiento que pueda tener efectos secundarios peligrosos.

Desde entonces, Alicia se ha convertido en una defensora de la educación sobre los peligros de las «hormonas naturales» que son promovidas por personas poco éticas y con conflictos de interés y ha ayudado a muchas mujeres a tomar decisiones más informadas sobre su salud.

La Reina Bioidéntica, por otro lado, sigue ofreciendo sus pócimas mágicas, pero ahora Alicia y muchas otras mujeres están más conscientes de los riesgos asociados con ellas y los beneficios de recibir un tratamiento correcto a través de médicos éticos, científicos y humanos.

Por cierto, es muy probable que en un futuro, las pócimas dejen de venderse, pues se descubrirá que existían opciones más seguras y efectivas y el cuento terminará cuando la verdad muestre que incluso, la Reina Bioidéntica nunca fue una verdadera Reina.

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