Los virus del papiloma humano (VPH), o papilomavirus, son un grupo de más de 100 tipos de virus. Se les llama papilomavirus porque algunos tipos pueden causar verrugas o papilomas, los cuales son tumores benignos (no cancerosos).
Los VPH que causan las verrugas comunes que crecen en las manos y en los pies son diferentes de los que causan tumores en la garganta o en el área genital. Algunos tipos de VPH están relacionados con ciertos tipos de cáncer. Se les llama virus del papiloma humano oncogénicos o carcinogénicos de alto riesgo.
Entre los más de 100 tipos de VPH, más de 30 pueden transmitirse de una persona a otra por medio de contacto sexual. Aunque los VPH son transmitidos generalmente por contacto sexual, los médicos no pueden decir con certeza cuándo ocurrió la infección.
La mayoría de las infecciones de VPH aparecen sin síntomas, y desaparecen sin tratamiento alguno en el transcurso de unos pocos años. Sin embargo, algunas veces, la infección por VPH permanece por muchos años, causando o no anormalidades en las células. Algunos tipos de VPH pueden producir verrugas en los genitales, en el ano, o cerca de éstos. Las verrugas genitales (técnicamente conocidas como condilomas acuminados) están relacionadas generalmente con dos tipos de virus del papiloma humano, el VPH–6 y el VPH–11.
Las verrugas pueden aparecer varias semanas después del contacto sexual con una persona que esté infectada con VPH, o es posible que se tarden varios meses o años en aparecer; o, tal vez, puede ser que nunca aparezcan.
Los VPH pueden también causar tumores planos anormales en el área genital y en el cuello del útero o cérvix (la parte inferior del útero que se extiende a la vagina). Sin embargo, las infecciones de VPH generalmente no causan síntomas. Los VPH se consideran ahora como la causa principal de cáncer cervical.
Anualmente, el cáncer cervical afecta a cerca de medio millón de mujeres en el mundo, y cobra 250 000 vidas. Los estudios sugieren también que los VPH pueden desempeñar un papel en los cánceres de ano, vulva, vagina y algunos cánceres de orofaringe (la parte central de la garganta que incluye el paladar blando, la base de la lengua y las amígdalas). Los datos de varios estudios sugieren también que la infección por VPH representa un factor de riesgo para el cáncer de pene.
Algunos tipos de virus del papiloma humano se conocen como virus de «bajo riesgo» porque rara vez se convierten en cáncer. Los VPH que tienen más probabilidades de convertirse en cáncer se conocen como virus de «alto riesgo». Tanto los virus de alto riesgo como los de bajo riesgo pueden causar el crecimiento de células anormales, pero generalmente sólo los tipos de VPH de alto riesgo pueden resultar en cáncer.
Los VPH de alto riesgo que se transmiten por contacto sexual son los tipos 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59, 68, 69 y posiblemente algunos otros. Estos tipos de VPH de alto riesgo causan tumores que son, por lo general, planos y casi invisibles, comparados con las verrugas causadas por los VPH–6 y VPH–11. Es importante mencionar, sin embargo, que la mayoría de las infecciones de VPH de alto riesgo desaparecen por sí solas y no causan cáncer.
Tener muchas parejas sexuales es un factor de riesgo para la infección por VPH. Aunque la mayoría de las infecciones por VPH desaparecen por sí solas sin causar algún tipo de anormalidad, la infección por los tipos de VPH de alto riesgo aumenta la posibilidad de que anormalidades leves se conviertan en más graves o en cáncer cervical. Sin embargo, entre las mujeres que sufren cambios anormales en las células por un tipo de alto riesgo de VPH, solo un pequeño porcentaje presentaría cáncer cervical si no se extirparan las células anormales.
Los estudios sugieren que el hecho de que una mujer padezca cáncer cervical depende de una variedad de factores que actúan juntos con los VPH de alto riesgo. Los factores que pueden aumentar el riesgo de cáncer cervical en mujeres infectadas con VPH incluyen fumar y tener muchos hijos. La manera más segura de eliminar el riesgo de una infección genital por VPH es evitar cualquier tipo de contacto genital con otro individuo que este infectado. Para aquellas personas que optan por ser activas sexualmente, una relación a largo plazo, mutuamente monógama con una pareja no infectada es la estrategia con más posibilidades de prevenir la infección genital de VPH.
Sin embargo, es difícil determinar si la pareja que ha sido sexualmente activa en el pasado está infectada actualmente con el virus. La infección por VPH puede ocurrir tanto en las áreas genitales de los hombres como de las mujeres que están cubiertas por un condón de látex, así como en las que no están cubiertas. Aunque no se conoce el efecto de los condones en la prevención de la infección por VPH, el uso de condones ha sido asociado con una tasa más baja de incidencia de cáncer cervical.
Recientemente, la Food and Drug Administration de Estados Unidos (FDA) aprobó una vacuna altamente efectiva para prevenir las infecciones con los tipos 16 y 18, dos tipos de VPH «de alto riesgo» que causan la mayoría (70 por ciento) de los cánceres cervicales, y los tipos 6 y 11, los cuales causan la mayoría (90 por ciento) de las verrugas genitales.
El análisis de las muestras de células cervicales o de cuello uterino es una forma efectiva de identificar los tipos de VPH de alto riesgo que pudieran estar presentes. La FDA ha aprobado una prueba para VPH como un seguimiento para las mujeres que tengan un resultado ambiguo en la prueba de Papanicolaou (una prueba de detección para detectar cambios en las células cervicales y, para las mujeres mayores de 30 años de edad, como examen selectivo de detección de cáncer cervical).
Esta prueba de VPH puede identificar 13 de los tipos de VPH de alto riesgo que están relacionados con la presencia de cáncer cervical. Esta prueba, la cual busca el ADN viral, se realiza al recoger células del cérvix y enviarlas al laboratorio para analizarlas. La prueba puede detectar los tipos de VPH de alto riesgo aun antes de que haya cualquier cambio visible conclusivo en las células cervicales. Actualmente, no hay exámenes aprobados para detectar la infección por VPH en los hombres.
Aunque actualmente no hay una cura médica para la infección por los virus del papiloma, las lesiones y verrugas causadas por estos virus se pueden tratar.
Los métodos usados comúnmente para tratar las lesiones son la criocirugía (congelamiento que destruye el tejido), el procedimiento de escisión electroquirúrgica con asa (LEEP, siglas en inglés, en el que se extirpa tejido usando un aro de alambre caliente) y la cirugía convencional. Tratamientos similares pueden usarse para las verrugas genitales externas. Además, pueden administrarse algunos medicamentos orales o aplicarse algunas sustancias localemente para tratar las mismas.
Pero como en todo, la mejor y mas efectiva manera de tratar las cosas es la PREVENCION, y para las infecciones de trasmisión sexual causadas por el VPH ya existe una vacuna que puede administrarse desde antes de iniciar la vida sexual y prevenir de manera efectiva la aparición de una infección por el VPH que potencialmente puede causar cáncer de cérvix.
Esta vacuna se aconseja aplicarla en un esquema de 3 aplicaciones separadas por 2 meses iniciando en cualquier momento a partir de los 9 años de edad. El costo de cada una de las vacunas (son 3 en total para completar el esquema) es de menos de 2000 pesos, una inversión muy baja comparada con los costos (económicos y emocionales) de un tratamiento por cáncer de cérvix/útero.
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