Si eres vegetariana, realizando una dieta cuidadosa puedes cubrir los requerimientos nutricionales para ti y tu bebé sin necesidad de ingerir productos cárnicos ni sus derivados. De los tres macroelementos, la proteína es el compuesto que proviene en su mayoría de alimentos cárnicos, así como el hierro.
Proteína vegetal
Las proteínas están compuestas por aminoácidos que pueden ser esenciales y no esenciales. Los del primer tipo son los que nuestro cuerpo no produce y necesitamos obtener de lo que consumimos. Los alimentos de origen animal (huevo, carne, pescado, leche) son aquellos con mayor cantidad de aminoácidos esenciales, y los de origen vegetal (soya, arroz, trigo, maíz, leguminosas) contienen meno cantidad de éstos. Al ser las proteínas de origen vegetal deficientes para el organismo, es necesario suplementarlas para aumentar su valor biológico.
El método de suplementación consiste en mezclar proteínas de bajo valor biológico para potenciar su efecto. Es necesario realizar una mezcla de dos o más de los siguientes grupos para lograr adquirir una proteína de alto valor: leguminosas + cereales integrales + semillas. De este modo, al mezclar estos alimentos se puede adquirir una proteína de alta calidad.
Hierro
El hierro se clasifica en hierro hémico y hierro no hémico. El primero es de origen animal y el organismo absorbe entre el 15 y 35%, mientras que el segundo es de origen vegetal y el cuerpo absorbe entre el 2 y 20%.
Para obtener la mejor absorción de hierro, sobre todo cuando se es vegetariana, hay que complementar el consumo de hierro vegetal con alimentos ricos en vitamina C, ya que ésta ayuda a la absorción del primero; algunos alimentos ricos en vitamina C son: guayaba, pimiento, brócoli, kiwi, papaya, naranja, entre otros. Además, es importante no ingerir alimentos que inhiban la absorción del hierro no hémico; entre aquellos destacan el té, el café, la leche, la clara de huevo, el orégano, el tofu y el chocolate.
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