¿Te has decepcionado con algún amigo? ¿Te has enterado de que te critica a tus espaldas? ¿Contabas con su apoyo en un momento crucial y luego se esfumó? Estas situaciones hacen que nos planteemos la amistad. ¿En qué se basa? En valores como estos:
- Desinterés: la amistad es opuesta al interés egoísta. Un buen amigo se siente feliz de poder hacerte feliz.
- Bienestar: todo amigo siente deseos de saber del otro -su bienestar, sus problemas, sus logros- y de pasar tiempo a su lado.
- Duración: el amigo temporal no es amigo. Dos amigos se han de sentir cercanos y saber mantener el vínculo.
- Empatía: un verdadero amigo se preocupa por comprender y ayudar al otro. La empatía permite que hablemos sin temor a ser juzgados.
- Naturalidad: la confianza, la empatía y el amor permiten que los amigos puedan actuar con naturalidad sin esconder quiénes son.
Ser consciente de los factores que te unen en amistad a otro afianzará la relación. Para ello, los expertos aconsejan:
- Conócete: a partir de la auto-observación te conocerás. Es improbable que descubras aquello que valoras en tus amigos si desconoces tus propios valores personales.
- Interésate: presta atención a tus amigos. Habla con ellos y escucha lo que piensan, lo que sienten, lo que sueñan…
- Pregúntate: plantéate cuestiones como estas: ¿Hay algo de mi amigo que me disguste? ¿Es importante o solo un pormenor? ¿Qué tenemos en común? ¿Qué admiro de su carácter?
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