No importa si duermes o no lo suficiente, siempre estás cansada y mueres por una siesta a todas horas. ¿Quieres saber que te sucede? Acaba con tu pereza, ¡Ya!
Comer alimentos con alto contenido de azúcar puede parecer una buena idea para llenarte de energía, pero este tipo de alimentos te podrían dejar aún más cansada porque los niveles de glucosa en la sangre fluctúan demasiado. Es mejor comer carbohidratos con índice glucémico bajo, como el arroz integral, ya que mantienen tus niveles constantes a lo largo del día. Las comidas copiosas también favorecen la aparición de la somnolencia así que ya tienes una razón más para no atragantarte.
En ocasiones, el exceso de sueño puede relacionarse con problemas de salud, aunque no hay razón para sentirte histérica, puede ser un síntoma de desequilibrios hormonales, anemia, alteraciones de glucosa, estados depresivos, ansiedad o estrés. Además de visitar a tu doctor y realizarte análisis de sangre, lo primero que tienes que hacer es mantener hábitos de sueño regulares, pues dormir poco o en exceso sólo desajustará tu cuerpo.
Aunque te resulte difícil creer, los niveles bajos de vitamina D contribuyen a la somnolencia excesiva. Pero, ¿Sabías que se sintetiza en el cuerpo al exponerse al sol? Para cargar tus pilas consume pescados azules, como salmón, atún, o arenque. Después aprovecha para tomar el sol unos minutos (sólo unos minutos).
Seguramente ponerte en acción es lo último que te aparece por la mente cuando tienes sueño, pero cualquier actividad física que realices, incrementa el flujo de la sangre en el cuerpo, lo que hace que te sientas con más energía. Para un efecto constante se recomienda hacer por lo menos 30 minutos de actividad física cuatro veces por semana.
Varios estudios revelan que el aburrimiento afecta la capacidad de concentración, y por lo tanto, provoca el sueño. Este aparece como mecanismo de defensa ante una situación desagradable, tediosa, o bien, cuando una persona no está conforme con lo que está haciendo. Si no estás entusiasmada con tu vida, haz cosas que te agraden y entretengan, así mantendrás alejadas las ganas de dormir.
Si eres la típica mujer que cuando tiene sueño, recurre a la cafeína, ¡cuidado!, puedes crear una dependencia. Cuando el consumo se convierte en hábito, el cuerpo necesita varias tazas de esta bebida para sentirse bien. Además el café puede interferir en el sueño normal y hacer que te sientas aún más cansada. Pero hay una solución: reduce la cantidad de cafeína y toma agua, pues la falta de fluidos también hace que sientas fatiga.
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