Vamos a empezar bien: Si ya has tomado la decisión de tener un hijo, pide cita con el ginecólogo.
En esta consulta preconcepcional te prescribirá unas pruebas y estudiará el historial clínico de ti y de tu pareja para que tu embarazo vaya por buen camino desde el principio.
Esta consulta sirve para:
- Realizar un examen de los riesgos gestacionales o factores que pueden dificultar la concepción, y luego, el desarrollo del bebé.
- Actuar pronto para evitar esos riesgos, si es posible.
- Es una oportunidad para cambiar hábitos de conducta no saludables.
Lo ideal es acudir a la consulta antes de abandonar el método anticonceptivo. El chequeo se divide en tres partes:
1) Historia Clínica: el médico te preguntará sobre varias cuestiones de gran importancia para el control:
- Tu edad.
- Historia ginecológica (primera menstruación; cómo es tu menstruación; si tienes otros hijos, cómo fue el embarazo y el parto; si has tenido abortos).
- Enfermedades crónicas (diabetes, presión alta, asma, etc.) o de la tiroides, incluso infecciosas, como la hepatitis B.
- Antecedentes familiares de enfermedades genéticas.
- Hábitos alimenticios; práctica regular de ejercicio físico; tipo de trabajo; si fumas, bebes o tomas algún tipo de drogas, dónde trabajas, etc.
2) Pruebas de laboratorio: el ginecólogo te recomendará pruebas para valorar el estado de salud.
- En la propia consulta te tomará la presión, te pesará y te hará una exploración física completa.
- Una citología descarta una infección vaginal bacteriana o por hongos (el famoso Papanicolaou)
- El análisis de sangre determina, entre otros valores, tus niveles de hierro y hemoglobina (por si tienes anemia), el grupo y tipo de tu sangre, el nivel de glucemia y si estás inmunizada frente a la rubéola o la toxoplasmosis.
- Ultrasonido para descartar, por ejemplo, quistes en el ovario, que podrían dificultar la concepción.
3) Acciones educativas: con los resultados de las pruebas, el ginecólogo te dará unas pautas a seguir.
- Tomar suplementos de ácido fólico y micronutrientes.
- Si no estás inmunizada (vacuna) frente a la rubéola, vacunarte.
- Recomendaciones para lograr rapidamente la concepción.
¡Cuida tus hábitos!
La mujer que desea quedar embarazada debe comportarse como si ya lo estuviera, porque nunca se sabe cuándo se va a lograr la gestación. Así, evita exponer al embrión durante los primeros 15 días a factores que pueden resultar peligrosos.
Ten en cuenta que hasta que te enteres de que has logrado quedar embarazada pasarán unas semanas en las que tu hijo ya se estará formando dentro de ti. Ese tiempo es crucial, puesto que hay órganos que se desarrollan en esos primeros días (por ejemplo, en el 28° día ya se ha formado el tubo neural: la futura médula espinal). Por ello, desde el primer momento en que trates de quedar embarazada debes adoptar todas las precauciones:
1) Tabaco: Ahora es el momento para abandonar el tabaco. Se puede empezar a establecer un plan para dejar de fumar antes de quedar embarazada, ya que se sabe que una vez que se consigue la gestación, es muy complicado dejar ese hábito. Además, el tabaco es mal amigo de la fertilidad, tanto en los hombres como en las mujeres.
2) Alcohol: Aunque solo bebas una copa de vez en cuando los fines de semana, a partir de ahora prescinde del alcohol. Como ocurre con el tabaco, es otro de los factores que dificulta la fertilidad, retrasa la concepción y causante de problemas en tu futuro bebé.
3) Fármacos: Informa a tu médico en la consulta preconcepcional si tomas somníferos, tranquilizantes, relajantes musculares, etc. Pueden ser peligrosos para el desarrollo del feto.
4) Nutrición: Tu médico te aconsejará una dieta variada y, si tienes sobrepeso, te dirá qué alimentos evitar o, por lo menos, limitar su consumo, como los muy ricos en azúcares (pasteles, algunas frutas o las harina y el pan…) o los muy grasosos y elaborados, como la comida rápida.
5) Ejercicio: Si llevas una vida sedentaria, tu ginecólogo te recomendará alguna actividad física, aunque sea moderada. Mantenerse en forma durante el embarazo es muy saludable, y, si bien hay algunos deportes que has de evitar (ejercicio de alto impacto o actividades de riesgo extremo), hay otros que te ayudarán mucho a encontrarte mejor (yoga, natación, correr).
6) Ritmo moderado: Si trabajas muchas horas, en actividades pesadas o estás sometida a un fuerte estrés, tu ginecólogo te aconsejará que «bajes» el ritmo. Las jornadas maratónica no son buenas ni para concebir ni, una vez logrado el embarazo, para tu hijo.
7) Sustancias químicas: Evita la exposición a teratógenos, sustancias que provocan malformaciones en el feto. Por ejemplo, si trabajas en un laboratorio con sustancias químicas, conviene que indiques a tu médico cuáles son para que evalúe el riesgo.
8) Radiografías: Procura no someterte a radiografías ni a resonancias magnéticas ni acompañes a alguien a que se las haga. Evita los tintes de pelo y la depilación láser.
9) Toxoplasmosis: La toxoplasmosis es una infección causada por el parásito toxoplasma gondii. La infección es como un catarro, a no ser que se esté embarazada. En ese caso, si no estás inmunizada debes tomar determinadas precauciones porque el riesgo de malformaciones en el feto es alto.
- Cocina bien la carne: el toxoplasma muere a los 75°C.
- Evita los marinados y los embutidos poco curados (cocidos)
- Lava frutas y verduras y después desinféctalas.
- Evita el contacto con los gatos.
Suplementos
Una de las funciones principales de la visita preconcepcional es insistirle a la mujer en que tome los suplementos farmacológicos adecuados para recibir a tu bebé en las mejores condiciones de salud. Ácido fólico , Iodo… ¿has oído hablar de ellos? Su importancia es clave en las primeras etapas de la formación del bebé, por eso debes tomarlos antes de quedar embarazada.
- El ácido fólico: Los suplementos de ácido fólico en pastillas son fundamentales para evitar que tu hijo tenga problemas con el tubo neural, como espina bífida. Deberás comenzar a tomarlos al menos dos o tres meses antes de la concepción y continuar durante las primeras 10-12 semanas de gestación (o de preferencia, durante todo el embarazo). Tomarlo de forma precoz es la forma más efectiva de evitar esos problemas, pues se ha comprobado que el ácido fólico puede reducir la incidencia de estos problemas en un 75%. Merece la pena, ¿verdad? El médico te indicará la dosis concreta, pues en determinados casos hay que aumentarla, por ejemplo, si tienes antecedentes de enfermedades de este tipo o sufres mala absorción de alimentos. No te confíes pensando que la dieta puede suplir las necesidades de esta vitamina, pues no es así, ya que en el embarazo aumentan los requerimientos y hay que incrementar la cantidad. No te preocupes si el embarazo no llega y, mes tras mes, sigues consumiendo ácido fólico. Es una vitamina que no perjudica y que el organismo se encarga de eliminar si le sobra, así puedes tomarla muchos meses seguidos sin ningún riesgo.
- El Iodo: Además de ácido fólico, las últimas recomendaciones hablan de tomar un suplemento de 100 microgramos diarios de yodo durante todo el embarazo y la lactancia y empezar con él unos meses antes de quedar embarazada para asegurar que los niveles son los adecuados. Piensa que el yodo interviene en la formación y maduración de órganos tan importantes como el cerebro y el sistema nervioso del bebé, y es la madre la que se lo facilita con sus reservas. Se ha comprobado que los niveles de yodo que la madre adquiere mediante la alimentación durante el embarazo no son suficientes, y que necesita más, por lo que este suplemento diario durante los nueve meses de gestación y, al menos, los seis primeros de lactancia es imprescindible.
- Complejos multivitamínicos: Actualmente existen ya en nuestro país, componentes de micronutrientes que de manera balanceada, contienen todos los elementos de vitaminas, minerales y ácidos grasos que son ESENCIALES para el buen desarrollo del crecimiento celular de tu bebé. Pregúntale a tu médico al respecto.
- Vacunas: Algunas enfermedades comunes pueden causar graves daños al feto si se padecen durante el embarazo; por eso, si no tienes inmunidad frente a ellas (porque no las hayas tenido o no estés vacunada), se recomienda la vacunación antes de intentar la gestación. Es el caso de la varicela y la rubéola. Lo que sí debes tener en cuenta es que desde que te pongas la vacuna hay un tiempo de seguridad en el que no deberías quedar embarazada. El tiempo recomendado para intentar un embarazo tras haber sido vacunada contra algunas enfermedades que emplean gérmenes vivos (virus atenuados), como en el caso de la rubéola o varicela, debe ser mínimo tres meses para asegurar que todos los gérmenes han sido eliminados del organismo de la mujer y evitar así cualquier problema posterior en el bebé. En cuanto a la gripe por influenza, la mejor medida de prevención es la vacuna. Todas las mujeres embarazadas deben vacunarse.
Además es importante que empieces a descartar desde ya determinados alimentos. Una vez que quedes embarazada, pueden ser peligrosos:
- Huevos crudos: Conllevan riesgos de salmonella, pero no pasa nada si la yema está bien cocida.
- Carne cruda o poco cocinada: Puede causar toxoplasmosis si no eres inmune a ella y, como consecuencia, malformaciones en el feto.
- Quesos sin pasteurizar: Cuidado, pueden tener la bacteria listeria. Las embarazadas, al tener las defensas más bajas, corren hasta un 20% más de riesgo de contraerla y sus consecuencias pueden ser muy graves (desde provocar un aborto a dejar distintas secuelas en el feto).
- Hígado: Contiene altos niveles de vitamina A que, en exceso, puede perjudicar al feto.
- Mariscos y pescado crudos: Evítalos, pueden transmitir enfermedades.
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