La menopausia es la etapa en la que los ovarios descontinúan su función, causando que la mujer deje de tener ciclos menstruales por el resto de su vida
¿QUÉ ES LA MENOPAUSIA?
Los ovarios dejan de ovular y de producir las hormonas femeninas: estrógeno y progesterona. Durante los meses o años que culminan con la menopausia natural, puede que las menstruaciones se vuelvan menos frecuentes y más irregulares; asimismo, puede que los niveles hormonales se incrementen o disminuyan.
El término climaterio se refiere a una época en la vida de la mujer en que se producen una serie de cambios, y ocurre la transición de la época fértil a la época no fértil.
Aunque ambos términos (menopausia y climaterio) a menudo se confundan y se usen indistintamente, lo cierto es que la menopausia es sólo un signo más dentro del conjunto de fenómenos que se producen en el climaterio aunque, sin duda, es el más importante.
La duración del climaterio es de unos 10-15 años, y la menopausia lo divide en dos fases, la premenopausia (la época anterior a la última regla, que dura unos 3-5 años) y la posmenopausia (la época a partir de la última regla, que dura unos 7-10 años).
La edad de aparición de la menopausia es muy variable, pero se sitúa alrededor de los 50 años. Hablamos de menopausia precoz si la última regla se produce antes de los 40-45 años, y de menopausia tardía si todavía existen menstruaciones después de los 55 años.
CAMBIOS HORMONALES EN LA MENOPAUSIA
Durante la época reproductiva, en el ovario se encuentran muchos folículos primordiales que son los que, tras su maduración, darán lugar al óvulo femenino que saldrá del ovario. Esto recibe el nombre de ovulación y, para que se lleve a cabo, son muchas las hormonas que han de estar implicadas en el proceso. Además, el ovario es el responsable de la producción de estrógenos, que son las hormonas encargadas de mantener los órganos genitales femeninos, así como de muchos de los cambios que ocurren durante el ciclo genital.
El fenómeno central que tiene lugar en el climaterio es el cese de la función ovárica, de tal forma que deja de producir las hormonas como en la edad reproductiva, y hay un agotamiento de los folículos primordiales, por lo que los ciclos menstruales empiezan a fallar.
Aunque son muchas las alteraciones hormonales que tienen lugar en el climaterio, la más importante, y aquella que originará los síntomas, es el descenso de los estrógenos.
Las mujeres cuyos ovarios se extirpan mediante cirugía (ooforectomía) o que dejan de funcionar por otras razones, también pasan por la menopausia, pero de forma mucho más repentina.
Las mujeres cuyo útero ha sido extraído (mediante una histerectomía), realmente no pasarán por la menopausia hasta que sus ovarios dejen de funcionar a pesar de que éstos hayan dejado de ovular. Esto a menudo se determina en función de los síntomas, pero el médico puede determinar con certeza al hacer un análisis sanguíneo de los niveles hormonales que se producen por la glándula pituitaria de la hormona luteinizante y la hormona foliculoestimulante. Estas hormonas ayudan con la regularización de los ovarios antes de la menopausia. Cuando los niveles de las hormonas femeninas se reducen durante la menopausia, los niveles de estas dos hormonas se incrementan. Los niveles elevados de la hormona luteinizante y la hormona foliculoestimulante, junto con los niveles reducidos de estrógeno, pueden usarse para diagnosticar la menopausia en una mujer cuyo útero haya sido extraído.
SÍNTOMAS DE LA MENOPAUSIA
Podemos adivinar el inicio de la menopausia en nuestras vidas por la aparición de diversos síntomas físicos (tanto visibles como internos), alteraciones psicológicas, variaciones cutáneas… Estos son los síntomas de la menopausia más habituales:
Síntomas neurovegetativos
*Sofocos: son el síntoma más frecuente y más precoz de la menopausia. Son crisis de vasodilatación cutánea, con sensación de calor que asciende desde el tórax al cuello y a la cara, acompañadas de enrojecimiento cutáneo y sudoración profusa.
Su frecuencia y duración son variables (desde unos segundos hasta una hora), son más frecuentes durante la noche, y se acompañan de una sensación de malestar indeterminado. Pueden aparecer unos años antes que la menopausia y durar hasta unos 5 años después, aunque su intensidad va disminuyendo con el paso de los meses.
*Pueden aparecer también otros síntomas como palpitaciones, insomnio, cefalea, sudoraciones, vértigos, etcétera.
Síntomas locales
*Ovarios: disminuyen su tamaño, y superficialmente adoptan una forma rugosa. Internamente destaca su aspecto fibroso y la ausencia de formaciones foliculares.
*Vulva: se produce una atrofia vulvar, con pérdida del grosor de la piel y aparición de prurito (picor vulvar).
*Vagina: se produce una atrofia del epitelio vaginal, disminuye su secreción y puede acortarse, de tal forma que puede aparecer dispareunia (dolor en las relaciones sexuales) y aumentar el riesgo de infección.
*Útero: disminuye su tamaño y se produce un adelgazamiento del endometrio. A nivel del cuello uterino se produce una disminución en su secreción.
Debido a las alteraciones, es más frecuente la aparición de prolapsos genitales, así como incontinencia urinaria a causa de las modificaciones en músculos y ligamentos.
Síntomas sistémicos
*Alteraciones psicológicas: destacan en este grupo los cambios en los hábitos del sueño con insomnio frecuente. También podemos observar irritabilidad, estado de ánimo depresivo, ansiedad, dificultades de concentración, disminución de la libido, etcétera.
*Alteraciones cutáneas: disminuye el grosor de la piel y su elasticidad, y presenta una mayor sequedad, pudiendo producirse picor.
*Enfermedad cardiovascular: se origina un incremento de la incidencia de la enfermedad cardiovascular (infarto, angina de pecho, hipertensión, arteriosclerosis…) debido a la disminución de los estrógenos, que ejercen un papel de protección de estas patologías por su acción vasodilatadora y antiaterogénica.
*Osteoporosis: se trata de una enfermedad caracterizada por una baja masa ósea y una alteración de la estructura del tejido óseo, que provoca un aumento de su fragilidad y, por lo tanto, un mayor riesgo de fractura.
La densidad mineral del hueso alcanza su pico máximo a los 30-35 años; a partir de este momento, va disminuyendo de forma gradual cada año (se pierde aproximadamente un 0,5-1,0% de masa ósea anualmente). Esto ocurre tanto en hombres como en mujeres, pero en la época de la menopausia esta pérdida se acelera, llegando a alcanzar el 3% en los primeros 5 años. Posteriormente, una vez pasada la menopausia, el descenso de masa ósea anual se iguala al de los hombres.
La explicación a esta pérdida más acelerada durante los años del climaterio es la disminución de los estrógenos, ya que estos juegan un papel muy importante en la densidad ósea y, con su descenso en sangre, se obtiene un balance negativo de calcio y una mayor pérdida de hueso.
La manifestación más importante de la osteoporosis (presente en el 5-10% de las mujeres) es la aparición de fracturas óseas, principalmente a nivel de la columna vertebral y el fémur (cadera). Pero también puede manifestarse por dolores articulares, disminución de la talla por aplastamientos vertebrales, etcétera.
La prueba que más se emplea para medir la densidad ósea es la densitometría, de tal forma que gracias a ella se puede observar si existe una osteoporosis, o si se trata de una osteopenia (disminución de masa ósea en menor grado).
DIAGNÓSTICO DE LA MENOPAUSIA
En la mayoría de los casos no se necesita ninguna analítica para llegar al diagnóstico, ya que la presencia de amenorrea (cese de la menstruación) durante un año, junto con los síntomas antes descritos, darán la certeza diagnóstica.
En algunos casos sí será necesario realizar una analítica, sobre todo si se trata de menopausia precoz. Las determinaciones hormonales que confirman la menopausia son: estradiol (es el estrógeno más importante) menor de 20 pg/ml y FSH (hormona gonadotropa) superior a 40 mU/ml.
TRATAMIENTO DE LA MENOPAUSIA
El climaterio es una etapa más en la vida de la mujer, por lo que no siempre es necesario plantear un tratamiento farmacológico. No obstante, sí es cierto que durante este periodo aparecen muchos síntomas que pueden llegar a ser muy molestos para las mujeres y que pueden provocar una serie de complicaciones (como las fracturas o la enfermedad cardiovascular) que sí precisan medidas terapéuticas.
Por lo tanto, es necesario dejar claro que todo tratamiento para los síntomas de la menopausia tiene efectos beneficiosos, pero también efectos secundarios, por lo que las medidas farmacológicas deben emplearse cuando sean necesarias, es decir, cuando se presenten los síntomas (durante el tiempo que estos duren), por lo que no está indicado el tratamiento farmacológico para prevenir la aparición de los síntomas.
Terapia hormonal sustitutiva con estrógenos (TSH)
Puesto que el principal responsable de los síntomas del climaterio es el descenso de los estrógenos, la medida farmacológica de elección es la administración de estrógenos.
Hay distintos tipos de preparados de estrógenos y vías de administración de los mismos (cremas vaginales, inyecciones, administración oral, etc.) y se ha demostrado su eficacia en:
*Las sofocaciones.
*Los síntomas psíquicos.
*Las alteraciones cutáneas y genitales.
*La disminución de la pérdida de masa ósea, aunque no disminuyen el riesgo de fracturas.
*Una leve disminución del riesgo de cáncer de colon.
Pero la THS no está exenta de riesgos, algunos de los más importantes son los siguientes:
*Adenocarcinoma de endometrio (esta complicación desaparece si se añaden gestágenos al tratamiento con estrógenos).
*Proliferación del epitelio de la mama, con posible aumento de riesgo de cáncer en tratamientos de 10 años de duración.
*Carcinoma de ovario en tratamientos de 10 años de duración.
*Aumento del riesgo de enfermedad tromboembólica.
*Mayor riesgo de desarrollar cálculos en la vesícula biliar.
Terapia de estrógeno-progestina
Como su nombre lo indica, esta terapia hace uso tanto del estrógeno como de la progestina para el tratamiento de los síntomas de la menopausia. Aunque el estrógeno por sí solo alivia los síntomas de la menopausia, éste puede aumentar el riesgo de cáncer uterino. Agregar una progestina al estrógeno protege el recubrimiento del útero (el endometrio), por lo que esta combinación es usada en mujeres que aún conservan su útero (aquellas que no fueron sometidas a una histerectomía).
La terapia de estrógeno-progestina se puede administrar de dos maneras:
*La terapia de estrógeno-progestina continua involucra la administración de la misma dosis de estrógenos y progestina cada día. Las mujeres a menudo prefieren la terapia de estrógeno-progestina continua debido a que no es propensa a ocasionar un sangrado similar a la menstruación.
*La terapia de estrógeno-progestina secuencial (cíclica) usa diferentes cantidades de cada hormona en días específicos del mes de tal forma que los niveles hormonales se asemejen más al ciclo menstrual natural. Esto produce un sangrado similar a la menstruación, aunque con menos frecuencia al ciclo natural mensual.
Hormonas bioidénticas
El término “bioidénticas” a veces se usa por comerciantes para describir las hormonas que contienen estrógeno y progesterona con la misma estructura química que las encontradas de forma natural en las personas. Los publicistas a menudo describen las hormonas bioidénticas como “naturales”, y los compradores piensan que son más seguras que las otras formas de estrógeno y progestina usadas para controlar los síntomas de la menopausia. Pero hasta ahora, no hay un estudio que indique que las hormonas bioidénticas sean más seguras que las otras formas de estas hormonas. Por esta razón, se debe asumir que el uso de hormonas bioidénticas presenta los mismos riesgos a la salud que cualquier otro tipo de terapia hormonal.
Otros tratamientos hormonales
En caso de que los estrógenos estén contraindicados también pueden emplearse los gestágenos solos o la tibolona, que es un esteroide sintético con acción estrogénica, que también es útil en el tratamiento de los síntomas y como protección de la masa ósea.
Otra opción son los moduladores selectivos de los receptores de estrógenos (SERM), que no tienen acción sobre los síntomas neurovegetativos ni la atrofia genital, pero son especialmente beneficiosos sobre la masa ósea. Los más utilizados son el tamoxifeno y, sobre todo, el raloxifeno, que tiene pocos efectos secundarios y se administra cómodamente.
Para la osteoporosis, además de los SERM, también existen otras opciones:
*Difosfonatos: inhiben la reabsorción ósea y aumentan el contenido de calcio del hueso. A este grupo pertenece el alendronato, el risedronato, etc. Sus principales efectos secundarios son de tipo digestivo.
*Calcitonina: inhibe la resorción ósea, y además tiene un efecto analgésico (disminuye el dolor). La duración del tratamiento no debe superar los 6 meses, y durante el mismo se tiene que añadir un suplemento de calcio.
¿QUIÉNES NO DEBEN USAR LA TERAPIA HORMONAL PARA LA MENOPAUSIA?
Las mujeres que:
*Creen que están embarazadas
*Tienen problemas de sangrado vaginal
*Tuvieron ciertos tipos de cáncer (como cáncer de seno o cáncer de útero)
*Tuvieron un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco
*Tuvieron coágulos de sangre
*Tienen enfermedad hepática
*Tienen enfermedad cardíaca
¿CÓMO SOBRELLEVAR LA MENOPAUSIA Y LOS SÍNTOMAS MENOPÁUSICOS?
Algunas afortunadas no tienen ningún síntoma, pero los especialistas estiman que el 85% de las mujeres presentará trastornos asociados con la menopausia. Si los síntomas de la menopausia son tan intensos que interfieren con tu vida cotidiana, no dudes en consultarlo con el médico, que te puede prescribir algún tratamiento farmacológico para eliminar o reducir al mínimo estas molestias.
Además, seguir estos consejos, también puede ayudarte:
*Los sofocos o golpes de calor afectan a más de la mitad de las mujeres menopáusicas o posmenopáusicas, y pueden durar hasta varios años. Aunque a veces ocurren incluso cuando la mujer está dormida y no hay una causa aparente, es conveniente observar qué ha ocurrido inmediatamente antes para intentar detectar si existen elementos desencadenantes y evitarlos, por ejemplo: al ingerir comidas o bebidas calientes o al tomar picantes, ante una situación de estrés o nerviosismo, con el consumo de alcohol o cafeína, etcétera. Si aparecen por la noche, procura tener a mano un ventilador y dormir en una habitación fresca, utiliza ropa y sábanas confeccionadas en tejidos que permitan transpirar, y toma una bebida fría cuando comiences a sentir el sofoco.
*Durante el día, sobre todo en invierno, vístete con varias capas de ropa, para poder desprenderte de algunas cuando te venga el golpe de calor.
*La sequedad vaginal puede aliviarse con lubricantes, o cremas con estrógenos de uso tópico. Debes cuidar mucho tu higiene íntima y utilizar productos especialmente indicados para la zona genital femenina, porque la atrofia y adelgazamiento del tejido vaginal y la falta de secreciones favorecen el desarrollo de infecciones.
*Irritabilidad, baja autoestima, tristeza… también son síntomas que hay que tratar. Es importante que duermas suficiente, practiques ejercicio, y tengas una vida social satisfactoria. Si estás sola (divorciada o viuda, sin hijos o con los hijos fuera del hogar) o tienes problemas afectivos (mala relación de pareja, o con la familia o los hijos), la menopausia puede influir negativamente o agravar la situación, así que debes consultar con tu médico si necesitas tomar antidepresivos o asistir a terapia con otras personas donde puedas compartir tus experiencias.
*Participa en actividades que te hagan sentir feliz o relajada para combatir la depresión. Ir al cine, un evento deportivo, tocar música, pintar o trabajar como voluntaria para ayudar a otros puede apartar tu mente de los problemas.
*Si tienes falta de concentración o problemas de memoria puedes hacer ejercicios específicos para entrenar tu mente, además de leer y realizar todo tipo de tareas que precisen destreza mental.
*Ve a la cama a la misma hora todas las noches si te sientes fatigada. Levántate a la misma hora cada mañana y no permanezcas en la cama después de despertarte.
*La incontinencia urinaria se puede corregir realizando los ejercicios de Kegel, utilizando conos vaginales, o con fisioterapia orientada a corregir la disfunción de los músculos del suelo pélvico.
*Los fitoestrógenos, como las isoflavonas de soja, y otros productos naturales como el trébol rojo, la raíz de Valeriana, el camote salvaje y el dong quai, parecen tener efectos beneficiosos sobre los síntomas de la menopausia y son un tratamiento alternativo para aquellas mujeres que no quieren o no pueden tomar medicación.
*Habla con tu pareja sobre cualquier cambio en tu deseo sexual si sientes que tienes pérdida de la libido. Comparte tus sentimientos para que tu pareja no se sienta culpable.
*Considera la posibilidad de usar técnicas complementarias y psicosomáticas como la meditación o el yoga.
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