Lo más importante para establecer un Plan Efectivo de Tratamiento es hacer un buen DIAGNÓSTICO del tipo de Incontinencia que afecta a la paciente.
Diagnóstico:
El diagnóstico se realiza en base a 3 componentes diferentes:
a) El interrogatorio a la paciente (o sus cuidadores) con respecto a las causas identificables de las perdidas urinarias, la cantidad y magnitud de dichas perdidas, la evolución del problema, etc.
b) La exploración fisica
c) Los estudios complementarios especiales.
INTERROGATORIO:
En el interrogatorio se investiga: ¿Cuando ocurre la perdida de orina?, ¿Que factores producen la perdida de orina?, ¿Que tan frecuentemente se tienen episodios de perdida de orina?, ¿Desde cuando se empezó a presentar el problema?, ¿El problema ha aumentado en gravedad desde su aparición?, ¿La perdida de orina se asocia a los esfuerzos o a un deseo urgente de orinar y que no puede contenerse (o a ambos)?, ¿Que tratamientos esta recibiendo la paciente para otras enfermedades?, etc.
EXPLORACIÓN FISICA:
Una parte muy importante de la evaluación es la Exploración Física (revisión de la paciente) y en ella se debe prestar especial atención para saber si existe alguna alteración física o neurológica en la paciente.
Una prueba sencilla, pero de gran interés clínico, consiste en hacer toser enérgicamente a la paciente (prueba de la tos). Esta prueba puede hacerse en varias posiciones: de pie, acostada boca arriba, etc.
Se revisa también si existe problemas de «vejiga caída» o «matriz caída», ya que los problemas de prolapso (caída de los órganos pélvicos) pueden afectar el útero (matriz), la vejiga y el recto y todo ello ser causa de la incontinencia.
ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS:
*Análisis de orina y estudio urológico y ginecológico:
A toda paciente con incontinencia urinaria se deberá realizar un Ultrasonido Pélvico, una prueba muy sencilla y poco invasiva, que proporciona mucha información sobre el estado de la vía urinaria y las posibles malformaciones de la misma.
A través de un ultrasonido, el médico puede percatarse si existen problemas de retención urinaria que puedan explicar la incontinencia o las infecciones urinarias que presenta la paciente.
El examen general de orina (conocido comúnmente como EGO) es un estudio de orina que permite sospechar una infección urinaria o un problema renal.
El urocultivo es un estudio especial que permite detectar no solamente qué tipo de bacteria es la causante de la infección urinaria sino también, el antibiótico más efectivo para combatir el problema.
*Endoscopía (cistoscopía):
En algunos casos es necesario realizar una visualización directa de las vías urinarias bajas (de la uretra y la vejiga) y este se realiza a través de un estudio denominado URETROCISTOSCOPÍA (o cistoscopía), que permite obtener información muy importante en los casos en los que se requiere un estudio como este. Existen varias técnicas para realizarla y actualmente puede realizarse como un procedimiento ambulatorio y con anestesia local.
Es una prueba que también puede realizarse y que consiste en administrar medio de contraste y realizar varias radiografías (el contraste se ve de color blanco intenso en ellas).
*Pielografía intravenosa o Urografía Excretora:
Es una prueba sencilla que permite ver los riñones y la vía urinaria para detectar posibles lesiones como fístulas, malformaciones, cálculos (piedras) o tumores, que podrían ser los responsables de la incontinencia urinaria, el sangrado en la orina o las infecciones urinarias.
TRATAMIENTO:
En la mayoría de los casos de incontinencia se inicia con un tratamiento conservador (manejo de los líquidos, entrenamiento de la vejiga, ejercicios de los músculos del piso de la pelvis y medicamentos).
Sin embargo, si esto fracasa puede ser necesario un tratamiento mínimamente invasivo.
Algunas de las causas de incontinencia son transitorias y pueden revertirse fácilmente.
Las causas reversibles incluyen a la infección del tracto urinario, la irritación o infección vaginal, el uso de ciertas medicaciones, la constipación (estreñimiento) y la movilidad limitada.
No obstante, en algunos casos hace falta una mayor intervención médica.
Las medidas iniciales que se le recomiendan a todas las pacientes son:
*Control de líquidos: Esta opción consiste en indicar al paciente que aumente o reduzca la ingesta de líquidos. Los pacientes con incontinencia pueden necesitar reducir la cantidad de cafeína u otros irritantes de la dieta (como son los jugos de frutas ácidas, los refrescos, el café y el té), al mismo tiempo que aumentan la ingesta de agua para producir una cantidad adecuada de orina no irritante y no concentrada. La ingesta recomendada de agua es de seis a ocho vasos por día.
*Entrenamiento de la vejiga: El entrenamiento de la vejiga comienza con una agenda. Se indica a los pacientes que registren la ingesta de líquidos, las horas de micción (las veces que van a orinar) y cuándo ocurren los accidentes urinarios. La agenda también se utiliza para establecer intervalos de tiempo para la micción. Se indica a los pacientes que orinan con poca frecuencia que realicen una «micción por tiempo», que significa que deben orinar cada dos o tres horas cuando están despiertos. Al lograr un vaciado regular de la vejiga deberían sufrir menos episodios de incontinencia. Lo normal es que una mujer sana vaya a orinar entre 6 y 8 veces durante el día.
*Ejercicios del piso pélvico: También se los conoce como ejercicios de Kegel. Este tipo de ejercicio se enfoca en el fortalecimiento del músculo del esfínter externo y de los músculos pélvicos (conocidos en su conjunto como «músculo elevador del ano»). Los pacientes que saben reconocer los músculos y contraer y relajarlos voluntariamente pueden mejorar la fuerza de los mismos haciendo los ejercicios con regularidad.
*Electroestimulación de fortalecimiento: Es posible utilizar la estimulación eléctrica para ayudar a las pacientes que no son capaces de reconocer los músculos pélvicos (y por consiguiente incapaces de realizar sus ejercicios voluntariamente) para generar un fortalecimiento del pélvico. Durante la estimulación eléctrica, se manda una pequeña cantidad de estimulación a los músculos del suelo pélvico por medio de un sensor colocado en la vagina o en el recto.
*Los pacientes con incontinencia por estrés pueden beneficiarse de los ejercicios del piso pélvico porque aumentan la resistencia en la uretra y la fuerza de los músculos voluntarios del piso pélvico. También se puede enseñar a los pacientes a compensar ciertas actividades como toser contrayendo los músculos pélvicos.
La ejercitación de los músculos del piso pélvico es también eficaz para la incontinencia por necesidad urgente de orinar, ya que una contracción del piso pélvico puede interrumpir una contracción del músculo liso de la vejiga y detener o demorar un accidente.
*Tratamiento con medicamentos:
*La incontinencia por estrés puede tratarse con fármacos que tensan el cuello de la vejiga, como por ejemplo la pseudoefedrina, la duloxetina o la imipramina. Estos tratamientos nunca deben ser iniciados empíricamente por la paciente y deben ser indicados y supervisados por un médico.
*La incontinencia por necesidad urgente de orinar también se trata con fármacos que tengan propiedades anticolinérgicas. Los fármacos anticolinérgicos permiten que el músculo liso de la vejiga se relaje. Los fármacos más comúnmente utilizados para este problema son la oxibutinina, la tolterodina, la solifenacina o la darifenacina.
*Las mujeres posmenopáusicas que sufren de incontinencia pueden beneficiarse con un tratamiento con hormonas que se administran a través de una crema vaginal que solo actúa en el sitio donde se necesita y no causa los efectos secundarios de los estrógenos orales. Normalmente el cuello de la vejiga y la uretra cuando se encuentran en reposo están cerrados. Con la disminución de los niveles de estrógeno, los tejidos se debilitan o se secan y el cierre normal se pierde. El reemplazo hormonal mejora el estado de estos tejidos y permite que se recupere el cierre gracias a un mayor tono y a un mejor aporte de sangre.
*Tratamiento quirúrgico
*La incontinencia de esfuerzo tiene un tratamiento fundamentalmente quirúrgico, la incontinencia de urgencia, en cambio, suele tratarse con distintos fármacos. En el caso de que ambos tipos se presenten asociados en el mismo paciente, deberá individualizarse el tratamiento y quizá será necesario el uso de tratamiento con una cirugía mínimamente invasiva complementada con tratamiento médico por algún tiempo. La tasa de éxito de la cirugía de corrección para la incontinencia urinaria es de aproximadamente 95%.
Prevención
La incontinencia urinaria es un problema que se puede prevenir, o al menos retrasar su aparición, adoptando una serie de medidas:
*Practicar los ejercicios de Kegel.
*Reducir el consumo de sustancias que estimulan la vejiga en exceso como la cafeína, el alcohol, y ciertos medicamentos como los diuréticos.
*Combatir el estreñimiento.
*Evitar la obesidad porque produce un aumento de la presión intraabdominal.
*Disminuir la ingesta de bebidas a partir de la media tarde o 3 horas antes de irse a dormir.
*No pujar al orinar, porque el aumento de presión podría dañar los músculos del suelo pélvico.
Si tu no tienes incontinencia urinaria, estás a tiempo de prevenirla, pero si ya la tienes no debes preocuparte, ya que existen tratamientos muy efectivos para ti.
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