Diabetes Mellitus

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179La diabetes es un trastorno metabólico que se desencadena cuando el organismo pierde su capacidad de producir suficiente insulina o de utilizarla con eficacia; dando como resultado una hiperglucemia crónica y trastornos del metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas. Es una enfermedad perdura toda la vida y sus principales complicaciones se presentan en el tejido vascular (venas y arterias), su aparición depende de múltiples factores, entre ellos los antecedentes familiares de cada persona, considerado como uno de los factores de mayor importancia.

Se calculan niveles altos de glucosa en sangre a partir de 100 mg/dl. Niveles normales de glucosa en sangre: calculados entre 70 mg/dl a < del 100 mg/dl.

¿QUÉ ES LA INSULINA?

La insulina es una hormona que se fabrica en el páncreas y que permite que la glucosa de los alimentos pase a las células del organismo, en donde se convierte en energía para que funcionen los músculos y los tejidos. Como resultado, una persona con diabetes no absorbe la glucosa adecuadamente, de modo que ésta queda circulando en la sangre (hiperglucemia) y dañando los tejidos con el paso del tiempo.

TIPOS DE DIABETES MELLITUS

DIABETES TIPO I

En este tipo de diabetes el páncreas no produce insulina o produce muy poco. Aunque las causas exactas aún no se conocen realmente, los científicos saben que el propio sistema de defensa del organismo (sistema inmunológico) ataca y destruye las células productoras de insulina (células beta) y éstas no pueden producir más insulina. Esto generalmente ocurre en niños y jóvenes, por eso también se le conoce como diabetes juvenil. Sin insulina, una persona con diabetes tipo I morirá.

La diabetes tipo I suele desarrollarse repentinamente y podrían presentarse síntomas como:

*Orina frecuente, y en grandes cantidades.
*Sed excesiva.
*Hambre excesiva a toda hora.
*Pérdida repentina de peso sin causa aparente.
*Debilidad, somnolencia.
*Cambios repentinos de la visión, o visión borrosa.
*Náuseas y vómito.

182Diagnóstico

*Se establece por la presencia de los signos clásicos de hiperglucemia y una prueba sanguínea anormal: una concentración plasmática de glucosa ≥7 mmol/L (o 126 mg/dL) o bien ≥11,1 mmol/L (o 200 mg/dL) 2 horas después de haber bebido una solución con 75 g de glucosa.

*Si no aparecen las manifestaciones clínicas clásicas, el diagnóstico se puede efectuar cuando hay pruebas sanguíneas anormales en dos días distintos.

*Aunque no siempre se puede efectuar en los países de pocos recursos, la prueba de la hemoglobina glucosilada (HbA1C) se practica para conocer aproximadamente el control metabólico del azúcar sanguíneo en los 2 o 3 meses precedentes, a fin de orientar las decisiones de tratamiento.

Tratamiento

El objetivo global del tratamiento es disminuir las concentraciones sanguíneas de glucosa a los límites normales para aliviar los signos y síntomas y prevenir o posponer la aparición de complicaciones. Las personas con diabetes tipo I pueden llevar una vida normal y saludable mediante una combinación de terapia diaria de insulina, estrecha monitorización, dieta sana y ejercicio físico habitual.

El tratamiento comprende:
*Inyecciones de insulina durante toda la vida, en diferentes combinaciones: insulina de acción breve y de acción prolongada; tratamiento intensivo mediante inyecciones antes de las comidas; inyecciones de insulina una o dos veces al día; bomba de insulina.
*Glucómetro para que el enfermo vigile la glucosa sanguínea.
*Detección temprana y tratamiento oportuno de las complicaciones: Examen de los ojos, prueba de orina, cuidado de los pies y remisión con el especialista cuando sea necesario.
*Educación del paciente sobre la vigilancia para reconocer los signos y síntomas de la hipoglucemia (como hambre, palpitaciones, temblores, sudores, somnolencia y mareo) y la hiperglucemia. Así como en materia de dieta, ejercicio y cuidado de los pies.

DIABETES TIPO II

La diabetes tipo II es el tipo más común de diabetes. Suele aparecer en adultos, pero cada vez más hay más casos de niños y adolescentes.
En la diabetes tipo II, el organismo puede producir insulina pero, o bien no es suficiente, o el organismo no responde a sus efectos, provocando una acumulación de glucosa en la sangre.

Las personas con diabetes tipo II podrían pasar mucho tiempo sin saber de su enfermedad debido a que los síntomas podrían tardar años en aparecer o en reconocerse, tiempo durante el cual el organismo se va deteriorando debido al exceso de glucosa en sangre.
Este tipo de diabetes está asociada con la obesidad, la poca actividad física y la alimentación malsana, además tiene una tendencia a presentarse en familias.

Los síntomas de la diabetes tipo II, generalmente aparecen gradualmente y son:

*Aumento en la frecuencia al orinar, sed excesiva, hambre excesiva y baja de peso inexplicable.Excellent
*Infecciones frecuentes, generalmente en encías y aparato urinario.
*Hormigueo, entumecimiento en manos y pies.
*Picazón en la piel y genitales.
*Cortaduras y heridas que tardan en cicatrizar.
*Piel seca.

 

Diagnóstico

*Se establece mediante la presencia de los signos clásicos de hiperglucemia y una prueba sanguínea anormal: una concentración plasmática de glucosa ≥7 mmol/L (o 126 mg/dL) o bien ≥11,1 mmol/L (o 200 mg/dL) 2 horas después de beber una solución con 75 g de glucosa.

*Si no aparecen las manifestaciones clínicas clásicas, el diagnóstico se puede efectuar cuando hay pruebas sanguíneas anormales en dos días diferentes.

*Aunque no siempre se puede efectuar en los países de pocos recursos, la prueba de la hemoglobina glucosilada (HbA1C) se practica para conocer aproximadamente el control metabólico del azúcar sanguíneo en los 2 o 3 meses precedentes, a fin de orientar las decisiones de tratamiento. Esta prueba se puede usar también para diagnosticar la diabetes de tipo II.

* En algunos pacientes asintomáticos el diagnóstico se establece mediante el «tamizaje oportunista» de grupos de riesgo elevado; es decir, en una visita ordinaria al médico, este puede reconocer que el paciente tiene un riesgo elevado de contraer la diabetes y recomendar que se le haga una prueba de tamizaje. Por ejemplo, tener 45 años o más de edad, presentar un índice de masa corporal de >25 kg/m2, pertenecer a determinado grupo étnico o la presencia de hipertensión arterial pueden llevar a recomendar la prueba de tamizaje.

Tratamiento

El objetivo global del tratamiento es disminuir las concentraciones sanguíneas de glucosa a los valores normales para aliviar los signos y síntomas y prevenir o posponer la aparición de complicaciones.

*Los pacientes son tratados con dieta y ejercicio solos o añadiendo algún antidiabético oral; con una combinación de medicamentos orales e insulina; o con insulina únicamente.

*Glucómetros para la vigilancia de la glucosa sanguínea por el propio enfermo (con una frecuencia menor que en la diabetes de tipo I.

*Detección temprana y tratamiento oportuno de las complicaciones: Examen de los ojos, prueba de orina, cuidado de los pies y remisión con el especialista cuando sea necesario.

*Educación del paciente en materia de vigilancia para reconocer los signos y síntomas de la hipoglucemia (como hambre, palpitaciones, temblores, sudores, somnolencia y mareo) y la hiperglucemia. Así como en materia de alimentación, ejercicio y cuidado de los pies.

DIABETES GESTACIONAL

La diabetes gestacional es la diabetes que aparece en mujeres durante el embarazo, y generalmente desaparece después del parto.

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Los cambios hormonales durante el embarazo, hacen que en algunos casos el páncreas no sea capaz de producir suficiente insulina. Este tipo de diabetes generalmente pasa inadvertido, por eso es muy importante que todas las mujeres embarazadas se realicen un examen de sangre que permita saber si su nivel de azúcar (glucemia) está normal y ser muy bien evaluadas durante todo el embarazo.

Los riesgos que el trastorno plantea son anomalías congénitas, peso excesivo al nacer y riesgo elevado de muerte perinatal. Además, aumenta el riesgo de que en etapa posterior de la vida la mujer contraiga diabetes de tipo II.

Los signos clínicos son:

*Sed intensa.
*Aumento en la frecuencia al orinar.
*El desarrollo de un bebé más grande de lo normal (que se detecta en un examen prenatal ordinario) puede llevar a efectuar las pruebas de tamizaje para descartar la diabetes del embarazo.

Diagnóstico

*Entre las semanas 24 y 28 de la gestación se practica la prueba de tolerancia oral a la glucosa tras un ayuno nocturno (se determina la glucosa plasmática en ayunas y luego dos horas después de ingerir una solución con 75 g de glucosa).

*Una concentración ≥7,8 mmol/L (o 140 mg/dL) establece el diagnóstico de diabetes del embarazo.

*Si las concentraciones sanguíneas de sangre en ayunas y en la fase postprandial aparecen elevadas en el primer trimestre del embarazo, ello puede indicar que la diabetes ya estaba presente antes de este, lo que se considera un trastorno distinto con diferentes implicaciones.

Tratamiento

Las pacientes son tratadas mediante dieta y ejercicio, a los que a veces se agregan antidiabéticos orales o insulina.

*Control metabólico estricto de la glucosa sanguínea para disminuir los riesgos obstétricos.

*Glucómetros para que la paciente vigile la glucosa sanguínea.

*Educación de la paciente en materia de dieta y ejercicio.

*Educación de la paciente para que después del parto adelgace y haga ejercicio con el fin de evitar la diabetes en el futuro.

*Tamizaje de por vida para la diabetes de tipo II, pues la paciente estará en la categoría de alto riesgo.

PREDIABETES O INTOLERANCIA A LOS CARBOHIDRATOS

La llamada prediabetes es una categoría en donde entran todas las personas cuyos niveles de glucosa en sangre son altos para considerarse normales, pero no son tan altos como para poder ser diagnóstico de diabetes.

Se dice que las personas con altos niveles de azúcar, que no llegan a ser los de las personas con diabetes, tienen alteración de la tolerancia a la glucosa (ATG) o alteración de la glucosa en ayunas (AGA). La ATG se define como niveles altos de glucemia tras las comidas, mientras que la AGA se define como un alto nivel de glucemia tras un ayuno.
Las personas con ATG corren un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo II.

Estas personas por lo general no presentan síntomas y el diagnóstico se efectúa porque se les practicó una prueba a pedido del paciente o porque éste encaja en una categoría de alto riesgo. Sin embargo, la prediabetes se encuentra muy relacionada con la obesidad (especialmente abdominal), altos niveles de triglicéridos y bajos niveles de colesterol bueno, así como con hipertensión.

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Diagnóstico

A éste grupo de personas se les denomina Intolerantes a carbohidratos o prediabéticos, ya que manejan cifras de glucosa plasmática en ayuno de 100 mg/dl a 125 mg/dl.
O bien, se ha detectado una cifra de 140 mg/dl a 199 mg/dl en un estudio de “Curva de Tolerancia a la Glucosa”.

Tratamiento

*Las modificaciones del modo de vida (dieta, actividad física, baja de peso) son los pilares del tratamiento, aunque a veces se dan medicamentos.

*Los estudios indican que incluso una baja moderada de peso y tan solo media hora de caminata al día pueden reducir a más de la mitad la incidencia de diabetes.

COMPLICACIONES DE LA DIABETES MELLITUS

Las personas con diabetes corren un mayor riesgo de desarrollar una serie de problemas graves de salud. Unos niveles permanentemente altos de glucemia pueden causar graves enfermedades, que afectarán al corazón y los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios. Además, las personas con diabetes también corren un mayor riesgo de desarrollar infecciones. Mantener los niveles de glucemia, de tensión arterial y de colesterol cercanos a lo normal puede ayudar a retrasar o prevenir las complicaciones diabéticas. Las personas con diabetes necesitan hacerse revisiones con regularidad para detectar posibles complicaciones.

Enfermedades Cardiovasculares

La hiperglucemia daña los vasos sanguíneos mediante el proceso conocido como ateroesclerosis o endurecimiento y obstrucción de las arterias. Este estrechamiento de las arterias puede reducir el flujo de sangre al músculo cardíaco (infarto del miocardio), del encéfalo (accidente cerebrovascular) o de los miembros (dolor y retraso en la curación de las heridas infectadas).

Si bien la detección temprana puede hacer más lenta la evolución, es incluso más importante reconocer a tiempo otros factores de riesgo como el tabaquismo, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia y la obesidad.
El control de estos factores de riesgo y de la glucemia puede prevenir o retrasar las complicaciones cardiovasculares.

Retinopatía Diabética

La mayoría de las personas con diabetes desarrollará alguna forma de enfermedad ocular (retinopatía), que puede dañar la vista o causar ceguera. Los niveles permanentemente altos de glucemia, unidos a la hipertensión y al colesterol alto, son la principal causa de retinopatía.

En la retinopatía, la red de vasos sanguíneos que riega la retina se puede bloquear y dañar, causando una pérdida de visión permanente. La retinopatía se puede controlar mediante revisiones oftalmológicas regulares y manteniendo los niveles de glucemia cercanos a lo normal.

Nefropatía

La enfermedad renal (nefropatía) es mucho más frecuente en personas con diabetes que en quienes no la tienen y la diabetes es una de las principales causas de enfermedad renal crónica. Esta enfermedad está causada por un deterioro de los pequeños vasos sanguíneos, que puede hacer que los riñones sean menos eficientes, o que lleguen a fallar por completo. Mantener los niveles de glucemia y tensión arterial dentro de lo normal puede reducir enormemente el riesgo de nefropatía.

Si se diagnostica en una etapa temprana, hay varias medidas que pueden retrasar la aparición de la insuficiencia renal. Entre ellas cabe mencionar el control de la hiperglucemia y de la hipertensión arterial, la administración de medicamentos en la etapa temprana del daño renal y la restricción de las proteínas en la alimentación.

Neuropatía y Pie Diabético

La diabetes puede lesionar los nervios por distintos mecanismos, como el daño directo por la hiperglucemia y la disminución del flujo sanguíneo que llega a los nervios como resultado del daño de los pequeños vasos. La lesión de los nervios puede manifestarse por pérdida sensorial, lesiones de los miembros e impotencia sexual. Es la complicación más común de la diabetes.

Las personas con diabetes podrían desarrollar una serie de distintos problemas del pie como resultado de las lesiones de los nervios y los vasos sanguíneos. Estos problemas pueden provocar fácilmente infecciones y úlceras que aumentan el riesgo de una persona de amputación. Las personas con diabetes corren un riesgo de amputación que podría llegar a ser más de 25 veces mayor que el de una persona sin diabetes.

Sin embargo, mediante un control integral, se podría prevenir un gran porcentaje de amputaciones de origen diabético. Incluso cuando se produce una amputación, se puede salvar la pierna restante y la vida de la persona mediante una buena atención y un buen seguimiento por parte de un equipo multidisciplinar del pie.

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