Se entiende por «ahogarse en seco» a la falta de respiración causada por un espasmo laríngeo (cuando se cierra una parte del conducto por donde pasa el aire que inhalamos antes de llegar a los pulmones).
Por lo general, ocurre después de un ahogamiento en una alberca o en el mar: una pequeña cantidad de agua entra a las vías respiratorias y la laringe se cierra inmediatamente para evitar que el agua llegue a los pulmones, pero, a su vez, al cerrarse la laringe también se impide que la respiración se lleva a cabo, provocando asfixia seguida de un paro respiratorio y cardíaco.
La RCP (reanimación cardiopulmonar) es la mejor alternativa para revertir este problema. En caso de ahogamiento en agua, es necesario brindarle al niñ@ este tipo de reanimación (que consisten en respiración de boca a boca y compresiones cardiacas) lo antes posible para salvarle la vida y prevenir daños cerebrales por falta de oxígeno. Si se realizan a tiempo y de forma correcta, la respiración y circulación se reestablecerán.
Cuando se logra que el niñ@ vuelva a respirar e incluso reaccione y despierte, es indispensable trasladarl@ a un hospital para que permanezca bajo vigilancia médica, pues a pesar de que ya no existe peligro aparente, podría ocurrir un nuevo espasmo laringeo varias horas después del ahogamiento en agua.
Para prevenir esta situación, debes supervisar de forma continua a tu hij@ cuando esté en el mar o en una alberca. Te sugerimos que tomes un curso teórico y práctico de RCP para saber que hacer en caso de que se presente este tipo de emergencia. Para mayor información sobre este tipo de cursos puedes solicitar información detallada escribiendo a drlizaola@mujerbien.com
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